El nivel de exigencia de la clientela ha subido como la espuma. El nuevo usuario ya no se conforma con cualquier cosa, la competencia es tremenda y las empresas tendrán que esmerarse a la hora de invertir en hacer mejoras en sus productos, de forma que lleguen a parecer más atractivos al cliente.
Cómo hacer frente a un cliente más exigente
El lavado de cara
Los estudios demuestran que las modificaciones “cosméticas” ya no son suficientes para retener al usuario.
Las necesidades del cliente
Las mejoras deben ir enfocadas hacia las necesidades del usuario final y, en este sentido, da igual que esas necesidades sean más o menos novedosas. El cliente pide, exige que se tengan en cuenta sus gustos, la facilidad para usar el producto/servicio, cuestiones como la seguridad…
Innovación
Para conservar el liderazgo, las empresas deben oír las exigencias de sus clientes potenciales y la tendencia nos conduce hacia la innovación y a la capacidad que tengan de adaptarse a ella e implementarla a mayor velocidad.
Servicio más rápido y cercanía
Las compañías que deseen ser líderes en su sector deberán satisfacer las exigencias de la clientela en cuanto a su necesidad de obtener mayor agilidad a la hora de que le solucionen sus problemas, mientras se transmite una sensación más cercana y humana.
Lo cierto es que el mayor peso en la responsabilidad de conseguir estos objetivos recae sobre las fuerzas de venta. Es importante que actúen conjuntamente con el equipo de marketing y que, a su vez, los gerentes faciliten a sus equipos el material necesario para obtener independencia, tiempo y liderazgo.
En estos casos, los dispositivos móviles están ayudando a conseguir todos estos objetivos, gracias a que la movilidad empresarial empodera al trabajador y le permite tomar decisiones más certeras, sin esfuerzo.
Por otra parte, implementar todo lo necesario para adaptarse a los tiempos de la movilidad empresarial, no solo va a satisfacer al cliente sino que también redundará en un mayor control de sus recursos por parte de la empresa.
