Muchos son los avances de las nuevas tecnologías aplicadas al hogar. No sólo porque cada vez más traemos la modernidad de los dispositivos y somos más y más fanáticos de las nuevas tecnologías, sino que poco a poco, empezamos a vivir con ellas y a considerarlas imprescindibles hoy en día.
La efectividad está en casa y en la oficina
Y no sólo hablamos de los hogares. Las nuevas tecnologías han surgido también en el ámbito del trabajador. Tener una oficina sin cables es el sueño de muchos empleados, no solo debido a que la oficina es el lugar dónde pasamos más tiempo, sino que la comodidad en muchas ocasiones va de la mano con la productividad.
La clave para que esto funcione es trasladar el automatismo y el control remoto a todos aquellos aspectos que nos puedan hacer perder el tiempo en nuestro día a día.
Programar espacios, para tener todo listo antes de una reunión es un ejemplo de claro de cómo no perder el tiempo en nuestro día a día. Otra de las cuestiones puede ser preparar las estancias tipo comedor para agilizar el tiempo de espera de los empleados en las tareas más mundanas.
Pero no sólo debemos prestar atención a aquellas tareas que podamos programar, sino también a aquellas que van a permitir el control remoto o más aún, aquellas que nos van a facilitar la comunicación interna e interdepartamental.
Aunque estemos hablando de la propia oficina, también es necesario prestar atención a la seguridad dentro de la empresa e impedir que haya fugas de información o que entren elementos externos.
Que la tecnología entre en la oficina y nos facilite el trabajo está bien, pero siempre y cuando valoremos los riesgos y los minimicemos al máximo. Ten en cuenta tu inversión y no escatimes si quieres ver resultados.
Y vosotros ¿Confiáis en la oficina inteligente?