Vivimos en una era de cambio y velocidad, dónde la demanda en el trabajo es cada vez más exigente y requiere que trabajemos a una velocidad mayor de la que estamos acostumbrados. Los niveles de estrés han aumentado exponencialmente y en ocasiones es difícil seguir el ritmo.
La necesidad de acelerar la movilidad empresarial
La movilidad empresarial juega un papel fundamental en esto, y es que en la época del todo y todos conectados, se hace muy difícil la desconexión total del trabajo. Las empresas, los departamentos TI y los individuos está más bajo presión que nunca para dar respuesta a una demanda que exige tiempo, y no precisamente pretende darlo.
El trabajo móvil en todas las áreas se convierte en una exigencia de cara al 2015, y el logro de los objetivos depende del uso que se le de a estos nuevos dispositivos.
¿Cuál es la brecha que está resultando darse?
Sencillamente la falta de información. La implantación de dispositivos, tecnologías y demandas aparecen en las personas sin que se les ofrezca una base que les prepare para lo que se les viene encima. Muchos trabajadores se encuentran de pronto trabajando en movilidad empresarial sin saberlo y en ocasiones sin quererlo.
Que a los trabajadores se les ofrezca una tablet de empresa y se les diga que ya no tienen excusa para contestar a los mails no suele tener una acogida favorable por parte del empleado y para la empresa esto supone no sólo una pequeña falla en la percepción de la satisfacción del empleado sino un riesgo importante para la seguridad de la misma.
Las empresas tienen que darse prisa en esto, pues cualquier retraso puede representar que una empresa está cediendo en el mercado y otras compañías pueden tomar el relevo.
La solución ya la hemos comentado en más de una ocasión y es tan simple como formar a los empleados para que usen los dispositivos correctamente. Si lo hacemos así, ahorraremos sustos y perdidas innecesarias