Las compañías con plantillas móviles suelen disponer de una más o menos notable flotilla de vehículos de empresa que, de no ser objeto de un uso adecuado, podría traer consecuencias nefastas para empleados móviles y la propia empresa.

Es imprescindible diseñar una política de educación y concienciación para que los trabajadores remotos, que conducen habitualmente los coches de empresa, realicen una conducción cívica y reglamentaria, que no ponga en peligro su seguridad y la de terceros.

Igualmente, la implementación de un comportamiento adecuado frente al volante, nos permitirá un significativo ahorro en el capítulo de multas y gastos de combustible, además de reforzar la imagen y reputación de la empresa gracias a una gestión comprometida y responsable.

Recomendaciones para compañías cuyos empleados utilizan coches de empresa

Cómo conseguir una conducción más segura y rentable

Evidentemente, no somos una empresa dedicada a la Seguridad Vial, pero lo cierto es que la partida presupuestaria que se lleva anualmente el apartado de multas y los sustos que nos llevamos con algunos incidentes protagonizados por nuestros conductores, nos hacen recapacitar y darnos cuenta de que si invertimos un poco de tiempo en adoptar una serie de tics, nos ahorraremos un buen capital en penalizaciones y combustible y nuestros empleados móviles ganarán en seguridad al frente del volante del coche de empresa. ¿Cómo? Ahí van nuestras recomendaciones:

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  1. Programar viajes seguros

Nuestros empleados móviles trabajan todo el día, yendo y viniendo en el coche de empresa. Lo más correcto será que dispongamos de una sección de personal de control que sea la encargada de asignar y controlar las rutas diarias o semanalmente.

Es muy importante que, en esta planificación, seamos realistas y tengamos en cuenta los horarios y las distancias. Pensar en las paradas de entrega, pautas de descanso, retenciones, puntos negros para la circulación… Todo ello repercute en el tiempo invertido para asistir a una visita y debe estar previsto en la programación de cada viaje.

  1. Evitar incentivos que supongan incremento de la velocidad con el coche de empresa

Hemos de ser conscientes que ya, de forma natural, uno de las características del trabajo del empleado móvil es que suele ir corriendo de un cliente a otro. La falta de tiempo, la necesidad de cubrir sus visitas o llegar a un lugar de emergencia, casi lo exige.

Partiendo de esta premisa, que ya de por sí entraña sus riesgos, jamás se debe incentivar la velocidad, como un arma para cerrar más visitas o atender más clientes. Con este comportamiento incrementaríamos el riesgo y pondríamos en peligro la seguridad. Al margen de ello, este procedimiento sería un lastre en nuestra reputación como empresa responsable.

  1. Evaluar el nivel de cada conductor

El hecho de que estemos en posesión del carnet de conducir no nos convierte en conductores preparados. Por ello es de vital importancia que evaluemos si nuestros empleados están capacitados para ir al frente del volante de un coche de empresa. De hecho, esta debe ser una cuestión insalvable a la hora de realizar el proceso de selección de personal. Luego, con el paso del tiempo, es bueno que introduzcamos algún tipo de test que nos vaya marcando el nivel correcto periódicamente. Un conductor no apto pone en riesgo su vida y la de otros.

  1. Promover la conducción ecológica

Esta medida no solo nos permitirá entrar en el hall de la fama de las empresas sostenibles y responsables, también nos traerá un considerable ahorro en el capítulo de combustible. Es importante inculcar este sentimiento en el empleado móvil y hacer que se siente en el coche de empresa con ganas de realizar una conducción ecorresponsable, más eficiente y comprometida.

  1. Contar con vehículos adecuados

Por supuesto, no podemos estar convenciendo a nuestros conductores de que sean “educados” frente al volante y que nuestros vehículos no estén en condiciones impecables. En este sentido es importante que vigilemos el mantenimiento del vehículo que, en última instancia, es responsabilidad de la compañía.

Además, los automóviles de empresa tienden a ser más grandes y más potentes que los de propiedad privada. Los conductores de automóviles de mayor rendimiento son más propensos a la velocidad y a tener condenas por exceso de velocidad.

Por ello, los empleadores deben asegurarse de que las características de funcionamiento de los vehículos coinciden con el nivel de competencia de sus conductores. Al elegir las flotas de vehículos, trata de ofrecer una selección que incluye vehículos más pequeños, seguros y manejables y asegurarte de que el personal entiende que pueden pagar mucho menos impuestos por elegir uno de ellos.

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